Mercedes Sosa


Texto de Violeta Parra

Gracias a la vida que me ha dado tanto,
Me dio dos luceros que cuando los abro,
Perfecto distingo lo negro del blanco
Y en el alto cielo su fondo estrellado
Y en las multitudes el hombre que yo amo.
Gracias a la vida que me ha dado tanto,
Me ha dado el sonido y el abecedario,
Con las palabras que pienso y declaro:
Madre, amigo, hermano y luz alumbrando,
La ruta del alma del que estoy amando.
Gracias a la vida que me ha dado tanto,
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
Con ellos anduve ciudades y charcos,
Playas y desiertos, montañas y llanos
Y la casa tuya, tu calle y tu patio.
Gracias a la vida que me ha dado tanto,
Me dio el corazón que agita su marco,
Cuando miro el fruto del cerebro humano;
Cuando miro el bueno, tan lejos del malo
Cuando miro el fondo de tu ojos claros.
Gracias a la vida que me ha dado tanto,
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto
Los dos materiales que forman el canto
Y el canto de todos que es el mismo canto.
Gracias a la vida.

El domingo 4 de octubre murió aquí en Buenos Aires Mercedes Sosa, grandiosa cantante argentina, o «cantora» como ella prefería llamarse. Ya habíamos mostrado algo de su especial talento en una entrada anterior.

Ahora, además de un humilde tributo a su memoria, quisiera contarles la enorme repercusión que tuvieron sus honras fúnebres en todo el país. El gobierno decretó tres días de duelo, fue velada en el Congreso de la Nación e interminables filas de compatriotas desfilaron en su velatorio para darle un último adiós.

En tiempos en que los argentinos parecemos divididos por tantas disputas urgentes o legendarias, descubrir que podemos seguir unidos ante el cariño a una gran artista y el aprecio a la memoria de una persona con ideales firmes y consecuentes resulta muy reconfortante.

Mucho se ha escrito en estos días sobre Mercedes Sosa. Entre tantas palabras, la carta que la familia de Mercedes envío a la prensa me pareció especialmente conmovedora y precisa en la descripción del sentimiento de tantos de nosotros hacia ella.

Somos los nietos, los hermanos, los sobrinos, el hijo de quien fue para nosotros algo más y distinto que una gran artista popular. Con ella compartimos la vida, las alegrías y las angustias privadas. Porque esa gran artista fue además nuestra abuela, nuestra hermana, nuestra tía, nuestra mamá. Es por eso que queremos llegar a ustedes desde ese lugar íntimo, lejos de la severidad y la dureza de los comunicados oficiales: porque sabemos que también la quisieron y la siguen queriendo aún mucho más allá de la cantante y de la artista que los acompañó tantas veces, a la que han hecho parte de su familia aún sin tener lazos de sangre.

Es desde este lugar que queremos contarles que Mercedes —la mamá, la tía, la abuela, la hermana
abandonó este mundo el día de hoy. Pero también queremos decirles que estuvo siempre acompañada inclusive cuando ya no podía saberlo por un desfile interminable de amigos y artistas populares, y en cada uno de ellos: Ustedes. Y que a pesar de lo triste de cualquier agonía, pasó esos últimos momentos en paz, peleando aguerridamente contra una muerte que terminó ganándole la pulseada.

Por cierto estamos conmovidos y queremos compartir con ustedes esta tristeza. Aunque, al mismo tiempo, nos queda la tranquilidad de que todos hicieron lo posible
incluida nuestra Negra para quedarse un ratito más entre nosotros.

Lo que más feliz la hacía a Mercedes era cantar. Y seguramente ella hubiera querido cantarles también en este final. De modo que así queremos recordarla y así los invitamos a hacerlo con nosotros.

Infinitas gracias por ese acompañamiento que jamás dejó de estar presente.

La familia de Mercedes.


El deseo de canto se cumplió. Su velatorio estuvo repleto de visitantes cantando.

1 comentario:

Studiolum dijo...

Una canción preciosa y muy conforme al post. Muchas gracias, Alaleh.